Al notar esta acaricia salvaje
junto a este tímido sol de verano,
mi olfato se llenaba de su aroma
y los cantos, signo de vida,
presenciaban el despertar
de los versos y pensamientos…
La paz resulta ser alcanzada;
la felicidad vuelve ser un hecho;
el subconsciente, una hermandad
y el infinito, un vecino.
Mientras lo salvaje se convierte en circo
la razón nubla la mente.
La naturaleza, prisionera en si
encubre sus verdades.
La belleza se enjaula,
La melancolía, se escucha,
los cuadros nacen
y se habla del Arte.
…Hoy, pasmando el mundo desde este monte
me reconcilio con mi ternura
y junto a la sociedad
usurpo estos retratos a la naturaleza.
¡La metodología no hace el arte, sino lo salvaje!
Parfait Atchadé
Muro, 22 agosto 2004