Saturday, March 10, 2007

Mi querido instante

En este destemplado y pausado invierno la voluntad d’abrigarse desafía al horizonte. La brisa fresca i seca acaricia las caras asustada de la gente que viene y van por estas calles frías de Barcelona.

El baile del humor se nota en el paseo de la gente. Quizás falta aquella esencia que uno nota en las miradas. Esta elegancia a la hora de moverse por las calles que conducen nuestros sueños y deberes…
En estos días de frío, invite a unos amigos a compartir conmigo unos pensamientos. Aunque acabamos cada uno fuera de si, hemos interpretado a la perfección la importancia de la locura. Pero no hemos entendido como uno no puede darse cuenta que vive y que no esta disfrutando de la arquitectura de una ciudad como Barcelona.

Decía, Montse, que estamos en una búsqueda perpetua del bienestar y de la ganancia. Pero todos queremos ganar y no sabemos ni siquiera quienes están perdiendo.

¿No sería mejor saber a quienes estábamos ganando? ¿Así no sabrá más a victoria? Creo que no nos preocupa porque somos los verdaderos perdedores. Perdedores cegados por la falta de inquietud y con el medio de no tener ni siquiera un techo (máxima preocupación de mi generación)…

El sistema tan hábil nos remató la forma de luchar. Así controla todo y solos algunos focos fugaces pueden escapar a su mirada. Antes por lo menos, cuando uno no estaba de acuerdo, se levantaba contra la única forma de poder, el rey, la autoridad, el cura del pueblo…

Es verdad que es más sencillo hoy, ser una revelación pero es aún más difícil ser una elite. Entre otras cosas, la elite debe caer como el árbol. Es un mal menor antes de que profundice sus raíces… y no se encuentra el guardián del sistema.

La vida de hoy sorprende bastante. Son los que no aprendieron a luchar, ni a valorar las cosas, que tienen prisa. ¿Cómo puede ser que la memoria que brindaban los griegos o relatos contemporáneos se pierden en una biblioteca? Hoy el recuerdo sigue vivo. El merito no es saber quiénes eran Bertold Brech, Kapuscinski, Kennedy,..., juntos a su filosofía. El logro sería ir lejos de sus escritos para llegar al encuentro de la armonía del equilibrio. En el equilibrio está la salvación de todo y de todos. Simplemente como el Yin y Yan.

No encontraremos el equilibrio porque tenemos prisa. Pero ¿Prisa de qué? ¿De hacer un mejor lugar para los hijos? ¿Pero con quienes jugarán nuestros hijos? O prisa por ¿Hipotecarse lo antes posible para acostumbrarse al mínimo gasto al mes?...

Soy consciente de que luchar contra el beneficio es inhumano. Eso es lo que hizo fuerte al sistema. Pero a este ritmo si no salvamos las inquietudes, la sencillez, la meditación, la fe en las cosas sin precio entonces sería mejor que seamos sin raíces y sin memoria…

Queda esperanza porque el ser humano es cambiante, poderoso y curioso. Pero llevar al limite puede agotar nuestro potencial y sobretodo ser sabio es conocer su límite.


Mi querido instante


Parfait Atchadé.
Cap de Creus, Cataluña

Thursday, March 08, 2007

Pensamiento del mes

La vida es un perpetuo recomienzo.
A todas las mujeres trabajadoras, nadie habló de vencer, solo tenemos que luchar…
Pif, 08 de marzo de 2007

Sunday, March 04, 2007

Ángeles de una sola ala.

Volad, volad alto
Alto es el precio de la audacia.

Ángeles en el mismo viaje
Aprended, aprended de la madurez
En la madurez se esconde vuestro atardecer.

Ángeles con la misma carroza
Que el sudor, la sal de estos días,
no se enfríe junto al invierno.

Ángeles en búsqueda de amor.
El amor es un estado.
El estado que une.
Que une lo humano a lo eterno.

Caminad como el río
Aprended del sol
Preservad vuestra primavera
Y haced del tiempo, un aliado.

Así, la pasión se disfrazará en ternura
la ternura matará los celos
los celos dejarán pasos a la entrega
la entrega al respeto.
Y del respeto al eterno amor.

Ángeles de una misma ala
El amor es vuestra ala.


Parfait Atchadé
Ángeles de una sola ala.
A mis queridos Amigos,
Elisabet Esteveria y Jose Luis Iglesias (Baobab)

Barcelona 27 de noviembre 2006

Friday, March 02, 2007

El sudor

...Los que no habéis sudado jamás, los que andáis yertos
en el ocio sin brazos, sin música, sin poros,
no usaréis la corona de los poros abiertos
ni el poder de los toros.

Miguel Hernández