El día se despejó de manera muy flemática,
Las calles siguen la monotonía del verano
Las nubes, contemplan las playas
Y mi amor flota junto a la soledad, lejos de mi luneta.
Estoy aquí, paseando con mis versos
Pensando, en el primer día,
en la audacia llamada juventud
Y ya te reconozco mujer.
Tanto pasa el tiempo,
Que ya me acostumbro
a saberte siempre cerca
Compartiendo lo más bello, la luna.
Quimera no eres,
Estampa tampoco,
Pero atestas mi pequeño corazón
De las señeras gotas de lluvia.
Éstas mismas que recalcan mi temeridad.
Bajo a influencia de mi joven futuro,
Lluvia de alegría, pizcas citadas lágrimas
Son el aporte que te acarrea mi ánimo.
Te quiero, palabra fluida nacida para la juventud
Te amo, necedad de otro mundo
Poemas, te escribiré unos cuantos
Porque lo saco de dentro, lo pienso por ti.
Si crees que existe un mundo bajo el mar
Porqué no puede existir una gran civilización dentro de mí,
Soy de otro horizonte, soy el horizonte
Soy el que pretende amarte.
A Magdalena Barceló Rodríguez.
Parfait Atchadé, Julio 2002