Detrás de la cortina de humo
el hombre entrevista la ideología
creyendo historias, creyendo universo
a su imagen y a la similitud de las quimeras
El necio, testigo del humano,
se reveló en los celos ahogados,
cuando los sentimientos se disfrazaron
en túnica y reliquias del insaciable Caín.
¿Porque triunfa siempre el mal?
¿Porque las malas hiervas estrangulan los retos?
¡No lo se! pero creo ver en esta plana noche,
luces que llevaron al hijo pródigo a casa.
Metáforas para quién no aprendió a leerme.
Versos para quién se identifica.
El silencio no es ausencia de convicción,
tampoco permite la revelación del caos.
Cuando el enredo de la mente nos hace fuertes,
la sencillez aun nos fortifica.
No se arde un albor para esconder su soflama.
Además, todo se distingue bajo el sol.
Cuando los proyectos dejan de colmar nuestras savias
el horizonte se hace difuso
y si uno no prepara el camino,
los objetivos se cansaran del paseo.
Así, las cortinas de humo reavivan las perdidas de valores.
Los retos de los demás, protagonizaran el paseo,
tras el baile de ideas llevadas por el viento,
tras la huida del sabido escrúpulo.
La vida es un paseo; ¡te lo recuerdo!
¡Tu!, recuérdame el canto del prójimo...
Metáforas para quién no aprendió a leerme.
Versos para quién se identifica.
El silencio no es ausencia de convicción,
tampoco permite la revelación de la incoherencia.
Desde el canto del prójimo hasta la necedad revelada.
Parfait Atchadé
Madrid, 04 de marzo 2004
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